Sentimiento Real | Volver al primer amor
Es imposible, completamente imposible, no sentir nervios cuando se acerca la Champions League. Zidane puede decir lo que quiera, pero no hay competición más bonita que la Copa de Europa. La Liga está muy bien, nos gusta ganarla y nos jode perderla, pero lo que nos excita ganar en Europa no se puede describir con palabras, igual que la tristeza que nos supone caer eliminados.
Cuando suena el himno de la Champions sientes que te transportas a otro lugar, las mariposas empiezan a batir sus alas en tu estómago y el amor por el Real Madrid se acrecienta. Es otro nivel de sentimiento. Se magnifica todo. Es el parche con las trece Copas de Europa en la camiseta, es saber que el mundo entero está pendiente de ese partido, ser consciente de que vienen de otro país a intentar ganar al club de fútbol más grande que existe. Es la Champions League, en definitiva.
Como volver a ver a tu primer amor. La Champions nunca se olvida, para bien o para mal y si no, que se lo digan a los del Atleti. Puedes perder un partido de Liga y andar cabizbajo un rato largo, pero perder en Europa…ay, amigo, eso duele de verdad. Vivimos por ella, no hay certeza más absoluta. A mí personalmente, la felicidad que me da ganar una orejona no me la aportan ni cinco Ligas. Es que no se acerca siquiera.
Después de las tres consecutivas, o de las cuatro de cinco, llevamos dos años naufragando en Europa, pero no hay temporada que arranque que el madridista no se ilusione con ganar otra. En este caso, la Decimocuarta, que se dice pronto. Sólo con el hecho de escribirlo se me eriza la piel. Ojalá llegar hasta la primavera, a esas eliminatorias a vida o muerte que nos producen microinfartos. De eso vive el madridista, de morir por su equipo.
Texto: @7Sempiterno7
Foto: Denis Doyle/Getty Images