Crónica Real | Lo mejor fue el resultado (0-1)
Derrota con pésima imagen del Real Madrid ante el Cádiz, en lo que supone el primer tropiezo del equipo de Zidane jugando como local en Valdebebas. Más allá de los puntos perdidos, los blancos dieron una muy mala impresión en vísperas del estreno en Europa y el Clásico ante el Barcelona. El gol de Lozano le valió a un Cádiz superior para imponerse en un encuentro que pudo acabar con un resultado más abultado.
Llegaba líder al Madrid al partido, y lo hacía tras el siempre complicado parón de selecciones. Con ese panorama llegaron varios cambios a la alineación, y las probaturas no funcionaron a los de Zidane en ningún momento. La primera parte fue una de las peores que se recuerdan en muchos años al Real Madrid, tanto en lo que se refiere al juego como a la actitud y aptitud de los jugadores. En apenas 10 minutos vimos dos paradas de Courtois, otros dos remates de Negredo que no encontraron portería e infinidad de errores en el pase propios de jugadores de regional. Tentó a la suerte tantas veces el equipo que al cuarto de hora llegó lo esperado: gol de Lozano tras asistencia de Negredo. Los dos delanteros del Cádiz ridiculizaron a los dos centrales.
Uno debe esperar que ante un varapalo como ese gol y tras un inicio caótico, el Madrid se venga arriba y comiencen a llegar las ocasiones. Pero no. Lo que sucedió fue lo contrario, más llegadas de un Cádiz superior, cuyo único error en los primeros 45 minutos fue no ampliar el marcador. Si al descanso el partido hubiera ido 0-3, nadie podría hablar de injusticia. Un tímido disparo de Benzema al centro de la portería fue la aportación ofensiva del Madrid, en el que varios jugadores (no es momento de nombrar) volvieron a demostrar que no dan la talla para jugar en la élite a día de hoy. Tras ocho ocasiones claras del Cádiz y ninguna del Madrid, el 0-1 al descanso era casi un milagro.
El rapapolvo al descanso debió ser de aupa, porque Zidane realizó cuatro cambios al descanso, lo nunca visto y más en un entrenador poco dado a realizar sustituciones tempranas. Valverde, Casemiro, Militao y Asensio suplían a Isco, Modric, Ramos (amonestado) y Lucas Vázquez, pero fue cambiar para que nada cambie. La actitud mejoró (no era difícil) pero la aptitud siguió siendo la misma. El Cádiz se metió atrás para defender el resultado, y lo hizo sin pasar apuros casi en ningún momento, limitándose a ser un equipo serio y sin fisuras ante un Madrid previsible y cuyas mayores ideas fueron colgar balones al área. En uno de ellos Vinicius tuvo una de las pocas ocasiones, pero ni siquiera a puerta vacía encontró portería.
Los minutos pasaban y el atasco en el juego siguió siendo el mismo. Llegado el minuto 77 Zidane dio entrada a Jovic, pero de nuevo fue un cambio que no cambio nada. El serbio estuvo fallón en las pocas acciones que pudo intervenir, y el Madrid continúo su particular quiero y no puedo ante un Cádiz que aprovechó los cambios para meter piernas de refresco y mantener el ritmo en su juego. El único susto se lo llevaron en un misil de Benzema que se estrelló en el larguero de la portería gaditana, pero ni siquiera su portero Ledesma tuvo que intervenir más allá de dos remates sencillos. No solo el partido se le escapaba al Madrid, sino que la sensación final fue de marcador corto y de ningún peligro ante un rival recién ascendido.
Y todo esto en vísperas de partidos de mucha trascendencia: Shakhtar en el estreno europeo dentro de un grupo complicado y el partido del Camp Nou. El Madrid podría incluso mantener el liderato dependiendo del resultado de otros equipos, pero como ante Betis o Valladolid lo peor del equipo de Zidane fue la imagen ofrecida. Y aunque parezca surrealista, lo mejor fue el resultado. Y la sensación es que por mal que se juegue a partir de ahora, será casi imposible empeorar la imagen ofrecida por el equipo ante un dignísimo Cádiz.
Foto: PIERRE-PHILIPPE MARCOU/AFP vía Getty Images