Apuntes de la Historia | 20 años del fichaje de Luis Figo
“Si salgo elegido, Figo será jugador del Madrid y si no es así pagaré la cuota de todos los socios”. Con esta contundente promesa Florentino Pérez presentaba su mejor baza de cara a los comicios que se celebraron hace 20 años para elegir al presidente del Real Madrid. Había otros temas a debate y cuestiones mucho más importantes a considerar tratándose de unas elecciones a la presidencia del Club blanco. La situación económica, el modelo de gestión, la política de fichajes, el rumbo deportivo de la entidad… Pero de cara al escaparate del aficionado todo el mundo simplificó aquel cara a cara entre Lorenzo Sanz y Florentino Pérez como un duelo entre las Champions League recién conquistadas y la posibilidad de ver a Luis Figo vestido de blanco.
Lo de querer ver a Figo con el Madrid no era algo nuevo. Cinco años antes ya habían surgido rumores en la prensa respecto al interés por hacerse con los servicios del futbolista portugués, al que esa misma temporada 1994-95 habíamos visto en el Santiago Bernabéu jugando con el Sporting de Portugal en la primera ronda de la Copa de la UEFA de aquella campaña. Fue uno de los muchos fichajes frustrados que no acabaron de llegar de cara a la temporada 1995-96. Una pena porque hubiera sido una grandísima incorporación.
Nacido el 4 de noviembre de 1972, Luis Filipe Madeira Caeiro Figo no era ninguna promesa. A sus 23 años el futbolista luso era toda una realidad y había sido elegido ‘Mejor Jugador de Portugal’ del año 1994 por ‘A Bola’. Debutó en Primera División a los 17 años con el Sporting, en la temporada 1989-90. Formó parte de aquel grupo de estupendos futbolistas que habían ganado el Mundial Juvenil del año 1991. Fue internacional en todas las categorías ganando además un Europeo Sub-16 y siendo subcampeón de Europa Sub-18 y Sub-21. Debutó con la Selección Absoluta de Portugal sin haber cumplido todavía los 19 años y terminó convirtiéndose en el líder de una selección repleta de jugadores de calidad como Rui Costa, Paulo Sousa o Joao Pinto entre otros muchos. Figo era cabeza visible de una de las generaciones más espectaculares que ha dado el fútbol portugués.
Era un futbolista con una capacidad ofensiva increíble. Espectacular. De haber prosperado su fichaje el Real Madrid se habría hecho con los servicios de un futbolista extraordinario con sólo 23 años y todo lo mejor de su carrera por delante. Hubiera sido, además, un año antes de haber entrado en vigor la Ley Bosman que abría las puertas sin límite a los futbolistas comunitarios sin ocupar plaza de extranjero y hubiera sido un recambio perfecto para Míchel, jugador con el que tenía bastantes puntos en común por su tremenda influencia en el juego ofensivo desde la banda derecha, ya fuese asistiendo a sus compañeros, marcando goles o ejecutando jugadas a balón parado. Pero Figo no vino al Madrid. El jugador, que quedaba libre el 30 de junio de 1995, se vio inmerso en la polémica por un par de precontratos firmados con la Juventus y el Parma que terminarían con la Justicia determinando que el futbolista no podría jugar en Italia durante dos temporadas como penalización. El futuro inmediato de Figo pasaba por el fútbol español, pero no con nuestro equipo. Quien se llevó el gato al agua, en medio de todo aquel jaleo, fue el Fútbol Club Barcelona que se hizo con el jugador y pagó 320 millones al Sporting por derechos de formación. Parma y Barcelona acordaron que el centrocampista pudiese jugar en el club italiano a partir de 1997 en caso de llegarse a un acuerdo entre Figo y Parma. Pero en el verano de 1997 el portugués renovó con la entidad azulgrana prolongando su estancia en el Camp Nou. Para entonces Figo ya era la rutilante estrella del equipo, un futbolista maravilloso que a lo largo de cinco años se convirtió en la punta de lanza de los equipos que dirigieron Johan Cruyff, Bobby Robson o Louis van Gaal.
La última renovación que firmó Luis Figo con el Barcelona, en julio de 1999, prolongaba su contrato hasta 2005 fijando su cláusula de rescisión en una cifra que dio mucho que hablar en su momento y que todos los madridistas seguro que recuerdan a la perfección: 10.000 millones de pesetas. Eso era lo que costaba sacar a Luis Figo del Barcelona.
Seguramente haya sido uno de los fichajes más morbosos que ha realizado el Real Madrid. A primeros de julio del año 2000 la prensa informó sobre el acuerdo al que habían llegado el candidato a la presidencia Florentino Pérez y el representante José Veiga para que Luis Figo se convirtiese en nuevo jugador del Real Madrid. En un primer momento ninguna de las dos partes confirmó ni desmintió nada, pero la noticia fue una bomba que sacudió por completo la campaña de las elecciones presidenciales que se celebrarían el domingo 16 de julio del 2000. En juego, la continuidad de Lorenzo Sanz, el presidente que había devuelto al Club las Copas de Europa que se habían resistido desde los tiempos de Don Santiago Bernabéu, o la llegada de un nuevo mandatario que prometía muchas novedades y un nuevo proyecto. Ah… Y que se traía debajo del brazo al mejor futbolista del momento.
Sí. Figo era el jugador del momento. Brilló con luz propia en la Eurocopa celebrada en Holanda y Países Bajos. Portugal superó la primera fase con un pleno de tres victorias en tres partidos, venció a Turquía en cuartos y en semifinales cayó frente a Francia, que luego sería campeona, en la prórroga y de penalti. Luis Figo fue una de las grandes estrellas del torneo y, por supuesto, fue incluido en el mejor equipo de la UEFA. Un jugador de esas características y de esa repercusión siempre sería bien recibido en cualquier club puntero. En el Real Madrid también. Ya le habíamos sufrido en contra a lo largo de un lustro. De hecho, se había mostrado muy efusivo a la hora de celebrar los goles que nos había hecho en las temporadas 1995-96, 1997-98 y 1999-00. Sus duelos con Roberto Carlos llegaron a ser épicos en la recta final de los noventa. Desde luego, era un jugador de esos que es mejor tener en tus filas que en las del contrario y seguro que en aquel mes de julio de hace 20 años a muchos madridistas les seducía la idea de ver al portugués con la camiseta blanca. Estaban incluso dispuestos a perdonar aquellos famosos cánticos sobre los “blancos llorones”… Además de incorporar a un futbolista desequilibrante y fabuloso se debilitaba al rival histórico.
¿Pero realmente quería Figo cambiar de aires? ¿Fue un error de estrategia por parte de jugador o representante? ¿Trataba de negociar una mejora de contrato con el Barcelona presionando con la posibilidad de fichar por el Real Madrid? Según informaciones publicadas durante aquellos días el representante del jugador exigió como condición para sellar un acuerdo el adelanto de una cifra considerable de dinero por parte de Florentino Pérez. Por el contrario, si el futbolista se arrepentía debía compensar a Florentino Pérez con 5.000 millones de pesetas. En otras palabras, se entendía que el jugador estaba atado y bien atado. Después de que Florentino informara sobre el acuerdo alcanzado se publicó una fotografía del candidato y José Veiga conversando animadamente, lo que confirmaba que aquello no era ningún farol. Lo del intento de llevar a Figo al Real Madrid iba en serio. Muy en serio.
En cualquier caso hubo culebrón, emoción, intriga y dolor de barriga. El 9 de julio de 2000 el diario Sport ofrecía una entrevista con el jugador en la que Figo aseguraba no haber firmado nada con Florentino Pérez. Aunque, según las lecturas que se hiciesen, algunos percibían ciertas ambigüedades en las manifestaciones del futbolista. Desde la prensa portuguesa incluso se deslizaba que el diario catalán no había interpretado fielmente las intenciones del jugador. El 15 de julio Sport ofrecía de nuevo otra entrevista con Figo en la que el centrocampista afirmaba que no sería jugador del Real Madrid. “Seguiré en el Barça… Gane o pierda Florentino”, entrecomillaban en portada. Al día siguiente, 16 de julio, Florentino Pérez ganaba las elecciones y se convertía en nuevo presidente del Real Madrid. El desenlace de la historia era inminente.
El 23 de julio el Fútbol Club Barcelona también tenía elecciones presidenciales de las que saldría elegido Joan Gaspart. Al día siguiente se incorporaban al equipo catalán los internacionales que habían disputado la Eurocopa y no estaba todavía claro si Luis Figo haría acto de presencia o si, por el contrario, pondría punto y final a sus vacaciones dirigiéndose a Madrid. En realidad todo el mundo daba por hecho que el jugador ya tenía una nueva camiseta, aunque al parecer los candidatos azulgranas habían prometido al entorno de Figo mejorar su contrato igualando las cifras que le ofrecía el Real Madrid. Pero claro, ¿qué pasaba con la cláusula de penalización de los 5.000 millones? ¿Quién se hacía cargo de ella? La incertidumbre se resolvió en unas horas…
24 de julio de 2000. Estadio Santiago Bernabéu. Unas horas después de depositarse en la sede de la LFP el cheque con el valor de la cláusula de rescisión se presentaba el fichaje más caro de la historia del fútbol en aquellos momentos. “Supone una satisfacción personal presentarles a todos los aficionados del Real Madrid a Luis Figo”, arrancó diciendo el máximo mandatario blanco. Junto a Don Alfredo Di Stéfano, que realizaba su primer acto como Presidente de Honor del Club, Florentino Pérez posaba orgulloso junto a un Luis Figo que sostenía la camiseta blanca con su nombre y el número 10. Su cara era de circunstancias, para qué nos vamos a engañar. ¿Estaría pensando en lo que le esperaba en sus futuras visitas al Camp Nou? No parecía el hombre más feliz del mundo pero sí el más profesional. “Intentaré dignificar al máximo el nombre del Real Madrid y espero ser tan feliz como los años que he pasado en Barcelona”, aseguró el portugués delante de la legión de periodistas que estaban cubriendo el acto.
La estrella del momento se incorporaba al equipo del Santiago Bernabéu de cara a la temporada 2000-01. Atrás quedaba su pasado azulgrana y daba comienzo el capítulo blanco de su trayectoria deportiva. Los aficionados merengues le recibieron con los brazos abiertos y él respondió con grandísima profesionalidad. Fútbol, calidad, carácter y entrega a raudales por parte de un futbolista que remataría ese año 2000 llevándose el Balón de Oro.
Luis Figo disputó un total de 245 partidos oficiales y marcó 58 goles durante las cinco temporadas que vistió la camiseta del Real Madrid. Ganó 2 Ligas, 1 Champions League, 1 Copa Intercontinental, 1 Supercopa de Europa y 2 Supercopas de España.
Texto: @Rancoma_
Fotos: Web oficial Real Madrid