De la Red, ese mediocampista que el destino no le permitió triunfar de blanco
Rubén de la Red desde su llegada al club blanco con catorce años, siempre tuvo en mente una cosa: jugar y hacer carrera en el primer equipo del Real Madrid. Lo estuvo a punto de hacer, pero desgraciadamente un problema cardíaco lo retiró del mundo del fútbol antes de tiempo.
Rubén de la Red es uno de los componentes del comienzo de una época espléndida del fútbol español. De hecho, en la Eurocopa de 2008 en la que la Selección española conseguiría la primera de las dos consecutivas, el madrileño estaba ahí y fue uno de los «protagonistas» de esa competición. Disputó tres partidos y marcó un tanto ante Grecia en la fase de Grupos. Conseguiría el empate en el tercer encuentro tras recibir la selección un gol antes de finalizar el primer tiempo por parte de Charisteas. Dani Güiza pondría el segundo y finiquitaría la remontada de la «roja». Esto unido a la gran temporada con el Getafe, hizo que el Real Madrid considerase quedárselo.
Atrás quedaron las campañas que estuvo a caballo entre el primer y segundo equipo del conjunto de Chamartín. De hecho ya había debutado con los «grandes» en la temporada 2004-05 en Copa, en un partido ante el Tenerife en dieciseisavos de final, cuando salió sustituyendo a otro canterano como es Borja Fernández. El partido acabó 1-2 a favor de los blancos con doblete de Solari. Debutaría en Liga y en el Bernabéu una temporada después, la 2005-06 ante el Athletic, también con victoria madridista. Llegaría a jugar dos partidos de Champions y dos más de Liga, pero seguía siendo de pleno derecho jugador del Castilla con quién conseguiría el ascenso a Segunda División. Volvería a jugar con los mayores en la siguiente temporada con Capello, compartiendo también temporada con el segundo equipo entonces en la competición de plata del fútbol español.
Los siete partidos bajo las órdenes del técnico italiano le permitirían ser parte del equipo campeón de Liga en 2007, pero no le bastó para quedarse en Concha Espina y tuvo que salir cedido. No muy lejos, a Getafe donde tuvo su mejor temporada como profesional. Su míster fue un histórico madridista como Michael Laudrup. Los 31 encuentros en Liga (38 contando con los de Copa) colaborarían para que el equipo del Coliseum Alfonso Pérez tuviera la posibilidad de una campaña más como equipo de Primera División. 47 puntos que le colocaron en el puesto 14, a 5 del descenso que cerró esa campaña el Zaragoza. A pesar de la no tan buena temporada del equipo azulón, Luis Aragonés contó con el joven futbolista para la Eurocopa que conseguiría llevarse España.
Todo parecía ir bien, llegaba como campeón de Europa con la selección. Y participaría en la Supercopa de España que se llevaría el Real Madrid ante el Valencia remontando un 3-2 del Turia con un 4-2 en el Bernabéu, con el centrocampista como uno de los goleadores. Jugaría todo menos dos partidos de Champions ante el Bate Borisov y la Juventus, y se perdería tan solo uno de Liga. Era la octava jornada ante el Athletic Bilbao. Cuatro días después se jugaba los dieciseisavos de Copa ante el Real Unión. Un encuentro que acabaría siendo el último de su carrera como futbolista ya que en el minuto 48, tuvo un desvanecimiento. Las rápidas acciones y el traslado al hospital permitieron que al día siguiente recibiese el alta médica pero con baja indefinida. Dos años después sin que pudiera el futbolista vestirse de corto, anunciaría su retirada y su paso a formar parte del cuerpo técnico del Real Madrid.
Posteriormente volvería al equipo donde fue revelación, el Getafe siendo su entrenador del filial en 2015. Una vez más el destino no permitía que un jugador despuntase pero ahí queda sus ratos y sus destellos de calidad que le hicieron ser campeón tanto en el Real Madrid como en la Selección Española.
Texto: Mozart Ballesteros
Foto: rtve.es