
Michel fue el encargado de llevar el delirio a las gradas del Santiago Bernabéu, tras recoger un balón suelto al borde del área conectó un potente derechazo haciendo inútil la estirada del guardameta italiano Walter Zenga.
Michel fue el encargado de llevar el delirio a las gradas del Santiago Bernabéu, tras recoger un balón suelto al borde del área conectó un potente derechazo haciendo inútil la estirada del guardameta italiano Walter Zenga.