Blanco y en Botella | Nunca acertamos

21 junio 2019 - 08:00
Blanco y en Botella | Nunca acertamos

El carrusel de fichajes y sus respectivas presentaciones que estamos viviendo estas dos últimas semanas ha vuelto a disparar la bilis en toda la prensa antimadridista, que ve cómo el Real Madrid se ha reforzado de forma espectacular y prácticamente en todas sus líneas.

Así pues, tras más de tres temporadas oyendo las patochadas, compradas por cierto por una parte ciertamente significativa del madridismo acerca de la no existencia de fichajes por parte del Real Madrid, haciendo bromas vinculándolo a la construcción del nuevo Bernabéu y su famosa “cubierta retráctil”, cuando han visto que han vuelto las grandes presentaciones y Florentino Pérez ha tirado nuevamente de chequera, hemos tenido que volver a escuchar las mismas tonterías de antaño.

Voy a tratar de desmontar dichas mentiras y, sobre todo, a poner encima de la mesa la maldita doble vara de medir que azota a este periodismo deportivo infecto que el madridismo tiene que padecer a diario.

El Real Madrid gasta mucho y revienta el mercado

Esta fue antaño el principal caballo de batalla usado por la prensa antimadridista. La demagogia infinita que hemos tenido que padecer desde que en 2009 Cristiano Ronaldo fichó por el Real Madrid por algo menos de 100 millones de euros.

Así pues, hemos tenido que escuchar a Arzobispos y monjas de palo rasgarse las vestiduras con la inmoralidad del precio de nuestros fichajes y hemos tenido que leer informes, ojo, presuntamente serios, en prensa de tirada nacional acerca de cuántas becas de investigación se podrían conceder con el dinero gastado por nuestro club, como ocurrió por ejemplo a cuenta del fichaje de Bale.

Sin embargo, nadie tuvo a bien alzar la voz cuando el Barça se dejaba en apenas año y medio cerca de 600 millones de euros en fichajes (160 en Coutinho, 140 en Dembelé, 35 en Lenglet, ahora 90 en De Jong o 120 en Griezzman, etc., etc.)

Ni cuando el Equipo del Pueblo se acaba de dejar 160 millones en dos fichajes como Marcos Llorente (40) y Joao Félix (120), además de un sinfín de ficahjes caros en estos últimos años como Diego Costa (60), Vitolo (50), Jackson Martínez (36), etc, etc.

Pues bien, ahora que el Real Madrid que ficha a Hazard por 100 millones (más unos presuntos variables que nadie conoce pero que la prensa ya sitúa en 30 millones más), vuelven a sacar el comodín del “dinamitador del mercado”.

De repente, se escandalizan por haber fichado por ese importe, porque es lo que por lo visto ha inflacionado el mercado. Que el City de Pep Guardiola, el Villarreal británico según el biógrafo del de Sant Pedor, pagase 70 millones por un tipo mediocre como Laporte, el Chelsea 80 por Morata o que el Barça haya hecho el ridículo pagando 300 millones, 300, por dos nulidades como Dembelé o Coutinho, no inflaciona nada… Y así todo.

Un elevado dispendio al que contribuye, por cierto, el que toda esta gente lleve ya dos o tres ventanas de fichajes incluyendo los 45 millones de Rodrygo Goes, a pesar de que se produjo hace año y medio.

Lo más curioso de todo esto es que estos mismos que hoy se llevan las manos a la cabeza por el gasto y sobre el que nadie se ha podido poner aún de acuerdo (aunque parece que están optando por la “tarifa plana” de los 300 millones, por más que sea mentira), son los mismos que criticaban al Real Madrid por no hacer grandes fichajes en las últimas tres temporadas. Quien les entienda que les compre…

Hay que españolizar el equipo (o no)

El tema de la españolización del equipo no es baladí ya que es un “comodín” recurrente para criticar tanto nuestros fichajes como la confección de la plantilla. Recuerdo los años en los que nos bombardeaban con la escasa españolización del equipo.

“Es que a Florentino no le gustan los españoles”, decían despectivamente para genera una corriente de opinión, rayana en la xenofobia. “Ejjjque se ficha mucho extranjero y por eso el Real Madrid no conecta con la gente”, se llegó a decir.

Pues bien, se empezó a fichar españoles, mucho talento joven, el Real Madrid comenzó a poblar la sacrosanta “Roja” y la Selección Sub-21, el elogiadísimo conjunto español, comenzó a nutrir de jugadores al Real Madrid (se fichó a Odriozola, Ceballos, Lucas Vázquez, Vallejo, o más atrás en el tiempo Isco, Illarramendi o Carvajal, entre otros) y el Madrid se españolizó de abajo a arriba.

 

Pero no, ya no valía. Ahora el Real Madrid lo que tenía que hacer era fichar jugadores contrastados y, por supuesto, estrellas mundiales, gente que pueda ser titular desde el primer momento y no proyectos de jugadores como hasta ahora.

Una política disparatada, llegaron a decir, por más que entre estos jugadores y las estrellas del Real Madrid se estaba viviendo la etapa más gloriosa de toda su historia moderna, con cuatro Champions en cinco años, además de un Liga, una Copa del Rey y un sinfín de títulos menores.

Pues ahora que el Real Madrid ha vuelto a apostar por talento joven pero contrastado en Europa como Jovic, Mendy o Militao y por la figura consagrada de Hazard, resulta que nos vuelven a salir con lo de “españolizar” el equipo.

Como se puede ver, nunca se acierta y hay que hacer lo contrario de lo que se esté haciendo porque si no, nunca estarán contentos.

El Madrid sólo ficha suplentes…y lisiados

 

Evidentemente, otra gran falacia con la que nos bombardean a diario estos últimos días y, en general, cada vez que un jugador ficha por el Real Madrid es para ocupar un lugar en el banquillo. Bien porque ya hay un jugador, generalmente español para más señas, en ese puesto, o bien porque ese jugador es, simplemente, innecesario. Un capricho del presidente o ahora de Zidane, pero nunca un jugador válido.

De hecho, se ha llegado a decir que un jugador de la clase y la talla mundial como Eden Hazard no era para tanto y, aunque es cierto que no se han atrevido a sentarle en el banquillo, ya los hay que se han apresurado a decir que el belga no estaría entre los 10 mejores del mundo y que hay jugadores en el Real Madrid (por supuesto españoles) que harían mucho mejor el trabajo del nuevo futbolista blanco.

Pero sin ir más lejos y por no irnos mucho más en el tiempo, hemos tenido que asistir al ninguneo de alguien como Jovic, que era un maravilloso delantero en febrero cuando interesaba al Barça y por el que pagar 80 millones no era, en absoluto, una idea descabellada.

Pero chico, ha sido fichar por el Real Madrid y, de repente, ese gran delantero, complemento ideal para Messi y Luis Suárez, que se estaba hinchando a marcar goles en la Bundesliga con el Eintracht de Frankfurt, y por el que, dicho sea de paso, el club blanco va a pagar 60 millones (20 menos que los que le pedían al Barça) resulta que ya no es un goleador sino un tipo condenado al banquillo.

De hecho, incluso falseando algo tan elemental como las estadísticas, se ha llegado a decir que eran mejores jugadores como Sarabia u Oyarzábal que Luka Jovic y que habían marcado y dado más asistencias que él, cuando los datos son radicalmente contrarios.

Da igual que todos estos “ejjjpertos” se hubiesen pasado una temporada entera clamando por la falta de gol del Real Madrid y que Benzema no podía jugarlo todo, porque ha sido llegar Jovic, del que dicho sea de paso y a título personal, tengo un gran pálpito, y ha marcado 30 goles y resulta que ni es un goleador ni va a jugar en los entrenamientos del jueves con el Castilla.

Y algo parecido ha ocurrido con Ferland Mendy. Durante un año entero han estado machacando a Lopetegui y a Zidane por alinear a Marcelo, a pesar de su indecente estado de forma (también le dieron a Solari justo por no ponerle), ahora que traen un sustituto de auténticas garantías como el jugador galo, resulta que ya no está bien y que Mendy, que es internacional por su país y lleva dos años elegido en el once inicial de la Ligue 1, resulta que no va a jugar y tampoco les vale.

Eso sí, con Mendy -de forma preventiva esta vez- ya han utilizado el comodín de la hernia, como ya hicieron con Bale. En esta ocasión fue el As y cuando aún no se había confirmado el fichaje, el diario de la Ouija tardó poco en recordar una enfermedad en la cadera que el jugador había sufrido cuando tenía 15 años.

Los de As sacaron al francés directamente de la silla de ruedas para ponerle en las puertas del Bernabéu. La vieja táctica del “difama que algo queda”, venderlo como un ex lisiado, un posible tullido y deslizar la idea de que no es oro todo lo que reluce con el lateral francés.

Da igual que Mendy, entre su enfermedad y su fichaje por el Real Madrid, jugase al máximo nivel en Le Havre y en el Olympique de Lyon, por si acaso se deja caer la sombra de la sospecha, no sea que el madridismo se ilusione con su fichaje y la liamos…

 

Pues bien, muchos parecen olvidar cuál es (y ha sido) el espíritu de Zinedine Zidane y su forma de gestionar las plantillas.

Hay que olvidarse de eso de aprenderse un “once” de carrerilla porque todo apunta a que, a la vista de los actuales fichajes y la espera de ver cómo concluye esta apasionante “summeriana”, la plantilla que se está quedando, va a hacer que el francés disponga de dos equipos alternativos que permitan dar partidos y repartir minutos a discreción y, como pasó en la Liga 2016/2017, la del inolvidable doblete, ofrecer múltiples variantes tanto tácticas como de jugadores.

Pero da igual, qué va a saber Zidane, técnico del Real Madrid con casi 10 títulos a sus espaldas en apenas tres temporadas que no sepan estos directores deportivos de salón. Porque entre confiar en Zizou o en Manolo Lama, Maldini, “Pipi” Estrada, Roberto Gómez o José Ramón de la Morena, a quién iba uno a creer…

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