#OpiniónRMB | Hasta luego, WiZink Center

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El Madrid perdió en un partido aquello por lo que luchó durante ocho meses de competición, ese factor cancha que tanto cuesta conseguir y que tan fácil es perder. Baskonia jugó muy bien sus cartas en los dos partidos en el Wizink Center, hizo un gran primer partido aprovechando cierta tibieza del Madrid y se llevó merecidamente el punto. En el segundo, la rotación de Baskonia simplemente no llegó a taponar el fondo de armario del campeón de Europa. Pedro Martínez entendió que no tenía sentido luchar por un punto que no podrían ganar y guardó energías para los partidos de Vitoria. El 1-1 era el objetivo visitante y ése ya lo cumplieron en el primer encuentro.

Y en eso estamos, ante los dos mejores equipos ACB, dos equipos Euroliga muy desgastados debido a una temporada excesivamente larga. Un problema del baloncesto europeo, inmerso en una guerra de guerrillas entre federaciones nacionales y Euroliga, que abusa de la salud de los principales protagonistas del juego. No siempre existen soluciones sencillas pero cuando los problemas son tan profundos cualquier salida es favorable. Resulta inadmisible jugar dos ligas paralelas y absolutamente descabellado que la final ACB se juegue un mes después de haber terminado la Euroliga.

El desgaste aun siendo igual para ambos, afecta en mayor medida a la plantilla más corta. Y por ahí el Madrid debe sacar rédito y llevarse el título. En los dos partidos de Madrid la sensación ha sido que Baskonia ha estado muy cerca de su mejor versión y el Madrid bastante lejos de una óptima. Sin embargo, cualquier contratiempo hunde a Baskonia en la incertidumbre. La lesión de Voigtmann, que hizo mucho daño sacando de sitio a Tavares en el primer partido, acorta la rotación interior a Shengeila, Poirier, Diop y el jovencísimo Malmanis.

En clave madridista, nos vamos todos con la sensación de que la serie está mucho más comprometida de lo que pensábamos, o de lo que nos tiene acostumbrados este equipo. Nos ha faltado defensa, y a un juego de posesiones alternativas como el baloncesto se gana desde atrás, no hay otra manera de hacerlo. Baskonia ganó el primer punto, y estuvo metido en el segundo partido hasta el descanso por un acierto descollante en el tiro exterior. Y esas estadísticas no solo incumben a quien tira bien sino a quien defiende mal. Y en ese apartado jugadores como Campazzo, Causeur o Tavares, los tres estuvieron curiosamente en el quinteto que sentenció el segundo partido en el tercer cuarto, son instrumentales en el Real Madrid 17/18.

El Madrid necesita algo más de Doncic y mayor comprensión del juego de Llull. Ninguno de los dos está dando una buena versión en la final. Y el Madrid los necesita, sobre todo al esloveno. Éste es el Real Madrid de Luka Doncic, por mucho que Sergio Llull ya esté apto para jugar. Cuanto antes lo sepan todos, mejor nos irá. El año que viene, ya veremos. El objetivo razonable de esta serie es volver a Madrid y jugarse el título en el quinto partido, ganarlo y decirle adiós y mucha suerte a Luka Doncic.

Texto: @IsraelLoranca

Foto: Realmadrid.com

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