#MiradaBlanca | Prohibamos el bingo

#MiradaBlanca | Prohibamos el bingo

Este miércoles @MrSambo92 nos leía la mente a todos los madridistas y expresaba en su #PantallaBlanca la desazón que todos sentimos cada vez que vemos (y sobretodo escuchamos) un partido de nuestro Real Madrid por la televisión. Sin embargo, y pese a la brillantez de su exposición hay un aspecto que se le escapó: y es que esta desesperación no es exclusiva de los seguidores del balompié.

Al igual que a los que sois (somos) seguidores del Real Madrid club de fútbol, los seguidores del Real Madrid de Baloncesto también tenemos ganas de arrancarnos los oídos cada vez que nos toca ver a nuestro equipo por televisión. De hecho, sólo hay una diferencia, que mientras que en el fútbol ahora algunos pueden evitarlo y engancharse a la retransmisión de David Álvarez, Roberto Carlos y Jesús Alcaide en RMTV, los hinchas del basket sólo podemos conformarnos con quitar los comentarios y dejar el sonido ambiente (y eso cuando nos dejan y no nos obligan a escuchar a los comentaristas sí o sí deshabilitándonos esa opción).

Cuando hace unos años Movistar+ recuperaba el baloncesto en Europa, pese al daño a la difusión que a nuestro deporte suponía cambiar a una cadena de pago, algunos nos alegramos ya que no se tardó en comprobar que el tratamiento en cuando a medios y regularidad de los horarios no tenía nada que ver con el maltrato que habíamos sufridos durante la etapa de RTVE. Sin embargo, apenas unos meses después ya pudimos comprobar cuál era el reverso tenebroso de aquella vuelta a la cadena privada: y este estaba nada menos que en los micrófonos.

En uno de los últimos episodios de la mitíquisima serie Friends Chandler (que maravillosamente interpretaba Matthew Perry) exclamaba que cada vez que oía el Oh, Dios Mío de Janice (el personaje interpretado por Maggie Wheeler) los testículos se le subían. Pues bien, ha llegado un momento en que eso mismo nos ocurre a todos los madridistas cuando oímos a David Carnicero gritar Bingo en cada triple, fuera de aquí en cada tapón o la denominación de Wonder Boy con la que sólo él llama a Luka Doncic.

Pero lo peor no es esto. El querer imitar al gran Andrés Montes y acabar haciendo el ridículo no es más que la punta del iceberg de un dúo de presentadores que solamente cantan las canastas del rival del Madrid, que gritan “mala suerte” cuando Jaycee Carroll anota un triple o que piden antideportivas sólo cuando el infractor es el Madrid. Porque no se engañen, el peor no es David Carnicero, ni siquiera el CM de Movistar Basket sea de Estudiantes. No, el peor es un hombre cuya máxima ansia es ver como pierde el Madrid (o al menos eso se desprende de sus comentarios). Alguien que desconoce por completo el reglamento y que incluso hace apología de saltárselo cuando el perjudicado sea el Madrid. Un “comentarista” que hace gala de su desconocimiento de este deporte cada vez que puede(un ejemplo, en el último CSKA – Olympiacos recordaba los pases de Chacho Rodríguez a Othello Hunter en Madrid pese a que ambos jugadores nunca coincidieron en la capital. Un hombre que destaca siempre las bajas del rival de los blancos en la temporada en la que más bajas ha tenido el equipo blanco. Un hombre que no solamente jugó en el Madrid sino que sigue haciéndolo con los veteranos -y eso es lo más sangrante- y que cada vez que habla no hace más que manchar el escudo del Real Madrid no sólo con sus continuos desprecios a la entidad blanca sino con comentarios machistas como el “Kirksay tira como una chica” del pasado año (actitud que ya demostraron ambos hace unos años cuando mientras comentaban un partido de la NBA fueron cazados “bromeando” con mandar mensajes asquerosamente machistas a una maquilladora). Es por todo esto por lo que su imagen en Instagram de hace unos días jugando con los veteranos es una auténtica puñalada en la espalda de todos los seguidores de nuestro club.

Pero que nadie se piense que este antimadridismo se produce tan sólo desde que Movistar+ recuperó el baloncesto en Europa. No, al igual que en el fútbol, esta lacra la venimos padeciendo desde hace tres largas décadas. Desde que Héctor Quiroga abandonara los micros (por desgracia, yo esa etapa no la viví), el antimadridismo ha marcado las narraciones del baloncesto en España.

Primero fue Pedro Barthe, seguidor de la Penya y del Barça (según quien fuera el principal rival de los blancos) quien durante década y media fue haciendo gala de su antimadridismo.

El paso al Plus puso una pausa en esta etapa, y los aficionados del basket pudimos disfrutar de los icónicos motes con los que Andrés Montes denominaba a los jugadores. De esa forma nacieron los Alberto Angulovic o los Alberto ‘Caviar’ Herreros. Y es que pese a que tanto él como Daimiel eran seguidores de Estudiantes, y en muchas ocasiones estaban acompañados por el exazulgrana Epi esta no sería la etapa más negra del antimadridismo

Tras el regreso a TVE, Barthe volvía a las ondas para celebrar la etapa negra del Madrid, un locutor que acabaría retirándose para colmos del destino en un Madrid – Pamesa en el que el conjunto blanco acabó rindiéndole homenaje (no tengo ni idea si el seguidor del Madrid es mayoritariamente católico pero lo de poner la otra mejilla lo lleva a rajatabla).

Pero si pensábamos que con su marcha en 2005 nos salvaríamos del antimadridismo en el Ente Público nos equivocábamos. Su relevo lo cogía Arseni Cañadas, seguidor confeso de Baskonia (sí, lo adivinan, justo en esa época en la que Baskonia era el principal rival del Madrid) y pésimo comentarista (algo que jamás podremos decir de Barthe pese a su antimadridismo). Un hombre que hablaba en primera persona cuando se felicitaba por los triunfo ante el Madrid y que miraba embelesado a Navarro cada vez que le entrevistaba.

https://www.instagram.com/p/BeOTuRLgeZL/?taken-by=nikolaloncar

Después, tuvimos los madridistas la única etapa en la que escuchar no era oir como se desprestigiaba continuamente al Madrid: la de Lalo Alzueta. Por desgracia, esta etapa apenas duraría y desde hace ya tres temporadas sólo tenemos la opción de aguantar a Carnicero y Loncar en nuestras retransmisiones europeas. Y es que aunque de vez en cuando en la ACB podemos relajar nuestros oídos con Amaya Valdemoro o Fran Fermoso, en la competición continental sólo nos queda soñar con que alguna vez podamos elegir a Pedro Bonofiglio, Vicente Paniagua o Noemí Fernández narrando nuestros partidos en vez de escuchar a Carnicero y a ese hombre que ojalá algún día deje de jugar con nuestro escudo. Mientras ese día llega yo me conformaré con poner el sonido ambiente si es que me dejan.

 

Texto: @jmcanasv

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