#BlancoYEnBotella | Julen Lopetegui: uno di noi

14 junio 2018 - 09:16
#BlancoYEnBotella | Julen Lopetegui: uno di noi

Cuando no han pasado ni 24 horas de su nombramiento como sustituto de Zinedine Zidane, el bueno de Julen Lopetegui ya ha probado en sus propias carnes el precio de haber dado el paso que supone abrazar el madridismo.

Sólo por el mero hecho de haber aceptado el reto que representa continuar el legado de su antecesor en el banquillo blanco, el técnico vasco ha sido sometido a una campaña de escarnio y descrédito personal como no se veía prácticamente desde que Rafa Benítez iniciase este mismo camino allá por mayo de 2015 o, años atrás, con el fichaje de José Mourinho en 2010.

Sin embargo, en el caso de Lopetegui se ha producido un hecho inédito, como es lo furibundo de dicha campaña y la rapidez en llevarse a cabo. Una campaña desplegada, dicho sea de paso, por los mismos que apenas unas horas antes se deshacía en elogios para con él y le consideraban poco menos que el Gran Timonel, el genial entrenador de cuya mano España ganaría su segundo Mundial en ocho años.

De héroe a villano

Foto: 20minutos

Y es que no falla. Fue hacerse pública la noticia de su fichaje por el Real Madrid y prácticamente toda la prensa española saltó al cuello de Julen Lopetegui, al que muchos incluso tacharon de traidor sólo por el hecho de bajarse del barco de la RFEF y subirse al del Real Madrid para los próximos tres años.

Un delito de lesa patria, absolutamente imperdonable para exactamente los mismos que se habían pasado los prácticamente dos años que el técnico guipuzcoano ha estado en el cargo de Seleccionador alabando sin medida todas y cada una de sus decisiones y cantando loas a su estilo de juego.

Aun así, y siendo como era el fichaje de Lopetegui por el Madrid un caso ciertamente distinto al de los citados Mourinho o Benítez, era ciertamente previsible que, en cuanto se enfundase el chándal del Real Madrid, el vasco sería criticado por una cosa y la contraria.

Volvería a ser un entrenador bisoño, sin experiencia en la élite y un alineador. Su estilo inconfundible quedaría reducido a cenizas y en apenas unas semanas, el equipo blanco volvería a no jugar a nada, a ser una basura de equipo y la maldita pegada volvería a ser el único mérito reconocible en sus victorias.

Me preguntaba, de hecho, nada más conocer su fichaje cómo cambiaría la relación entre la prensa aduladora ya que daba por sentado que ese cambio llegaría. Pero por nada del mundo me podía imaginar que dicho cambio iba a tener lugar en apenas un par de horas.

Fue conocerse el fichaje de Lopetegui por el Madrid y abrirse la caja de Pandora. Desde pedir su cabeza hasta llamarle vendido y traidor y acusarle de dinamitar la convivencia en la Selección, alterando la sacrosanta “pax romana” que, como en otras tantas ocasiones, volvió a ser usada en contra del Real Madrid.

Algo que, dicho sea de paso, no se produjo por ejemplo en 2008 cuando el entonces denostado Luis Aragonés, al que la prensa llevaba crucificando desde el Mundial de 2006, anunció su fichaje por el Fenerbahce turco a la finalización de la Eurocopa de Austria y Polonia de ese año y que, por cierto, España acabó ganando.

Pero la cosa no acabó ahí, con la rabieta de la prensa, sino que de forma absolutamente delirante, Rubiales, el actual Presidente de la RFEF, ha puesto el digno colofón a esta infecta cacería iniciada ayer y, en una demencial comparecencia pública, ha puesto de patitas en la calle a Lopetegui.

Así pues, la prensa se ha cobrado su presa y, a falta de apenas un par de días para el debut de España en el Mundial, el nuevo técnico blanco ha sido destituido de su cargo de Seleccionador nacional, siendo sustituido por Fernando Hierro.

Como Cagancho en Almagro

Foto: Antena3

Cabe, pues, preguntarse el por qué de esta inquina y eso me ha llevado a una profunda reflexión.

Además del sempiterno antimadridismo mediático en España y su maldita doble vara de medir, el por qué de este ensañamiento podría estar más bien relacionado con el ridículo histórico de la prensa española a la hora de adivinar el nombre del sucesor de Zidane.

A base de poner encima de la mesa nombres y más nombres sin ton ni son, a cuál más disparatado, el periodismo deportivo español – sí, ese que dicen que es el mejor periodismo deportivo que se hace en el mundo- ha practicado un ejercicio de adivinación digno de cualquier programa nocturno de la Bruja Lola o Sandro Rey.

Yo creo que menos a Paco Jémez, Juanma Lillo, Angel Cappa, Lotina o Jabo Irureta, la prensa ha sentado en el banquillo blanco a todo tipo de entrenadores, en activo e incluso retirados, que ante la alarmante falta de noticias llegadas desde la planta noble del Bernabéu fue reduciendo su tamaño.

Una lista que, según ha glosado el diario Marca, llego a tener hasta nada menos que 21 integrantes pero que para todos los “gurús” se acabó reduciendo a la terna integrada por Mauricio Pochettino, Massimiliano Allegri y Antonio Conte.

Pues bien, en 10 días que son los que han transcurrido desde que Zidane dejase su cargo hasta conocerse el nombramiento de Lopetegui como su sucesor, prácticamente nadie se percató de este hecho y el nombre del ya exseleccionador nacional nunca salió en ninguna quiniela.

Por tanto, cuando el Real Madrid colgó su ya famoso comunicado confirmando el nombre de Julen Lopetegui como su nuevo entrenador, toda la prensa sin excepción quedó como Cagancho en Almagro.

Y como suele suceder con esta prensa, que exige autocrítica para los demás y reparte carnets de humildad a diestro y siniestro, lejos de asumir su ridículo, cargó con virulencia contra el propio Lopetegui, pero también contra el Real Madrid e incluso contra su Presidente.

Resultó ciertamente divertido ver cómo los que exigían celeridad al Real Madrid para anunciar el nombre del sucesor de Zidane, criticaban de forma furibunda al club blanco precisamente por anunciar a Lopetegui en ese momento y no esperar a julio para hacer público su nombramiento.

Incluso resultó hilarante escuchar los programas nocturnos de radio y televisión o leer los tuits desencajados, poniendo a escurrir a Lopetegui por hacer lo que cualquiera de nosotros habría hecho de haber tenido esa oportunidad, como es la de entrenar al Real Madrid y hacer historia de su mano.

Sobre todo los de gente como Manu Carreño, José Ramón de la Morena, Antón Meana y demás “hermanos mártires” de la secta periodística española, que no hace mucho cambiaron de micrófono para irse a la competencia para ganar más dinero.

Sin embargo, eso no habría tenido mayor trascendencia de no ser porque al bueno de Julen le ha costado el puesto de seleccionador. A pesar incluso de haber firmado una excelente fase de clasificación para el Mundial, con nueve victorias y un empate en 10 partidos y aun habiendo permanecido invicto en los casi dos años que ha permanecido en el cargo.

Un cese tan inexplicable como injustificado y lo más triste, jaleado por los mismos que hace apenas una semana se afanaban en encontrarle explicación y excusas al pésimo partido jugado ante Túnez en Krasnodar, preparatorio para el Mundial y nos vendían que, gracias a la gestión de Lopetegui y su “dulce transición”, ganaríamos seguro el campeonato.

Ventajas de la campaña contra Julen Lopetegui

Foto: La Vanguardia

Para concluir, he de decir que no hay mal que por bien no venga. Esta campaña de odio africano hacia el técnico vasco ha generado una corriente de opinión favorable hacia la figura de Lopetegui que no se veía desde tiempos de Mourinho y ha puesto al madridismo.

Incluido el integrado por gente como yo, más bien crítico con su nombramiento, he detectado que la afición se ha puesto en fila de a uno y en perfecto estado de revista para la defensa de su entrenador y, en apenas 24 horas, ha logrado aglutinar en torno suyo, sino a todo, sí a gran parte de la afición, harto de tanta injusticia.

Pero es que, además y visto desde un prisma meramente madridista, la destitución de Lopetegui tiene una doble ventaja añadida.

La primera, la meramente económica. La ligereza por parte del Presidente de la RFEF a la hora de tomar la drástica decisión de cesar al seleccionador le va a ahorrar al Real Madrid la nada despreciable cifra de dos millones de euros.

Esa era la cantidad con la que el club blanco iba a indemnizar a la Federación por el quebranto que le podría suponer la ruptura del acuerdo que Lopetegui y el organismo federativo habían firmado apenas hace un par de semanas y por el cual, el técnico español renovaba su contrato hasta 2020.

Pues bien, al despedir a Lopetegui, el Real Madrid ya no tiene la obligación de indemnizar a la RFEF ya que el entrenador ha quedado exonerado de su contrato y, por tanto, Lopetegui ya es libre de firmar con quien desee.

La segunda va más por el aspecto deportivo. Al quedar liberado de su vinculo con la Selección, Julen Lopetegui podrá incorporarse desde ya al Real Madrid y, al adelantar su llegada al club, podrá trabajar con más tiempo y preparar la próxima temporada en mejor situación.

Esta cuestión, de hecho, no es baladí ya que la experiencia vivida en 2009 con Pellegrini, que tardó una eternidad en incorporarse al club y cuando tuvo a bien acabar sus vacaciones e incorporarse a la disciplina del Real Madrid, la Dirección Deportiva ya había hecho los deberes. El chileno llegó a un equipo, para cuya preparación, no tuvo prácticamente arte ni parte. Y el resultado de aquel trabajo se pudo ver 10 meses después…

Foto: MARCA

Por tanto, sólo quiero aprovechar esta maravillosa tribuna para pedirle al madridismo que pase página, que guarde en el fondo de sus corazones a alguien como Zidane y que reciba con los brazos abiertos a Lopetegui, al que deseo toda clase de éxitos. Entre otras cosas porque sus éxitos serán nuestros éxitos y sus triunfos serán nuestros triunfos y nuestra felicidad.

Bienvenido, pues, Julen. Esta es tu casa…

Texto: @djmontero

Foto de portada: Juego Directo

Colaborador de #MadridistaReal

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