#ApuntesDeLaHistoria | Zidane

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RECORDANDO A ZINEDINE ZIDANE

Glasgow, 15 de mayo de 2002. Pase por banda izquierda de Solari a Roberto Carlos, el lateral izquierdo lanza un globo hacia el área y allí aparece él… Zinedine Zidane no dejó botar la pelota. Empalmó el esférico según le llegaba desde el cielo para soltar una espectacular volea que terminó con el balón en la misma escuadra de la portería del Bayer Leverkusen. Sin duda, el gol más bonito que se ha marcado en una Final de la Champions League. Un auténtico golazo que vimos millones de aficionados y que sirvió para darle un nuevo título al Real Madrid en la máxima competición continental. Y también para dejarnos una imagen inolvidable, icónica, quizás. La de Zinedine Zidane y aquella inolvidable volea.

Zinedine Zidane fue un genio como futbolista. Nacido en Marsella el 23 de junio de 1972 debutó con el Cannes, desde donde dio el salto al Girondins de Burdeos para terminar fichando por la Juventus en el año 1996. Por aquel entonces ya era uno de los mejores futbolistas europeos y a finales de la década se había consagrado como uno de los más grandes de la historia. Lideró a la Selección de Francia que ganó el Mundial de 1998, ganó el Balón de Oro y se llevó los aplausos de aficionados de todo el mundo. Cuando en 2001 el Real Madrid se hizo con sus servicios fichaba para su causa al mejor futbolista del momento, a un icono con mayúsculas de este deporte.

Zidane era una estrella absoluta, uno de esos jugadores a los que admiras aunque no jueguen en tu equipo. Por eso fue una enorme alegría verle recalar en el Real Madrid. Zidane se unió a Luis Figo en aquel Madrid de principios de siglo en el que se fue reclutando a los mejores futbolistas del momento para conformar una plantilla de ensueño que seguiría engrosando sus filas en años posteriores con nombres como Ronaldo, Beckham, Owen

Nada más llegar al Real Madrid conquistó su primer título, la Supercopa de España, y esa misma temporada el Club se adjudicó la Champions League. Era 2002, el año del Centenario de la entidad. Fue algo realmente grande y hermoso que el Madrid se hiciese con ese título en una efeméride tan especial y en la competición que tantas alegrías les había reportado a sus aficionados. Y que lo hiciese, además, con un gol tan bello anotado por un futbolista de tanta categoría. Ese tipo de cosas son las que terminan pasando a la Historia.

A la Champions League de la temporada 2001-02 le siguieron más títulos. Una Supercopa de Europa, una Copa Intercontinental, una Liga, otra Supercopa de España… Aunque para algunos quedó la sensación de que aquel equipo podía haber ganado algo más, lo cierto es que fue una etapa en la que el Real Madrid aunó éxitos y una buena imagen a nivel deportivo e institucional, siendo Zidane uno de sus mayores embajadores de cara al público internacional. Se puede decir que Zidane fue la imagen del Real Madrid de principios de siglo.

Fue un privilegio verle jugar con la camiseta del Real Madrid. Zinedine Zidane era un futbolista extraordinario y de una elegancia inigualable. Pura técnica. Centrocampista con vocación ofensiva, su presencia se hacía notar en todas las parcelas del medio campo. Marcaba goles, robaba balones, daba asistencias… Lo hacía todo bien. Su dirección del juego era impecable, ejercía de timón del ataque madridista. Sus llegadas al área desde atrás eran siempre peligro constante. Se movía con sutileza y con la elegancia de un bailarín. Su control del balón era absolutamente extraordinario. Incluso los envíos más complicados que recibía él conseguía amortiguarlos con la mayor naturalidad del mundo para continuar con la jugada… Era algo prodigioso. Su fútbol era pura fantasía y deslumbraba con su sola presencia sobre el césped. Plasticidad. No hay adjetivos suficientes para describir su forma de jugar.

Además de su indudable calidad Zidane destacaba por su carácter. En todos los sentidos. Se comportaba como un auténtico líder en el terreno de juego y cuando tenía que sacar la garra, la sacaba. No eludía el contacto, aunque muchas veces no le resultaba necesario puesto que su innata calidad le servía para zafarse de férreos marcajes y de duras entradas. Sencillamente superaba a sus rivales. Les superaba. Con driblings, regates… Zidane regateaba en movimiento con aquellas espectaculares bicicletas y con aquellas maravillosas ruletas que dominaba como nadie. Rotaba alrededor de la pelota como si fuese la cosa más sencilla del mundo… Pero es que sólo los elegidos eran capaces de hacer algo así con resultados tan eficaces.

Se despidió del Real Madrid al término de la temporada 2005-06. Le quedaba un año de contrato por delante pero renunció al dinero y a prolongar una carrera en la que ya había demostrado con creces todo su talento y todo su fútbol. Con 34 años y como último acto de servicio lideró de nuevo a su Selección en el Mundial de Alemania, donde llevó a Francia a la Final. Ganar su segunda Copa del Mundo hubiese sido un broche de oro a una carrera que, en cualquier caso, fue brillante.

Se marchó con el reconocimiento del mundo del balompié. Además de todos los títulos que ganó a nivel de clubes y de selecciones (Mundial y Eurocopa incluidos) hay que sumar todos los galardones que le señalaron como el mejor futbolista de su época. El Balón de Oro de 1998 o los FIFA World Player de los años 1998, 2000 y 2003 son sólo algunos de los innumerables premios que recibió durante su carrera…

Tras colgar las botas fue asesor de Florentino Pérez al inicio de su segunda etapa en la presidencia del Club. Pero, en realidad, su deseo era el de entrenar. Inició su carrera de preparador como segundo de Carlo Ancelotti. En la temporada 2014-15 fue nombrado entrenador del Castilla y mediada la campaña 2015-16 fue el elegido para sustituir a Rafa Benítez como entrenador del Real Madrid. El resto lo conocemos de sobra. El actual entrenador del primer equipo blanco ha ganado 2 Champions League de manera consecutiva, 1 Liga, 2 Supercopas de Europa, 2 Mundiales de Clubes y 1 Supercopa de España. En poco más de dos temporadas se ha convertido en el segundo entrenador con más títulos de la Historia del Club por detrás de Miguel Muñoz. Zinedine Zidane hizo historia como jugador y quiera hacerla como entrenador. Ojalá lo siga haciendo como técnico del Real Madrid e incrementando el número de trofeos de las vitrinas del Santiago Bernabéu.

Zinedine Zidane fue, sin contemplaciones, el mejor jugador del mundo en su momento. El quinto grande de la Historia ha sido elegido como el cuarto mejor futbolista del Real Madrid por parte del jurado de Madridista Real que ha elaborado el ranking con los cincuenta jugadores más destacados que han vestido la camiseta blanca.

Zinedine Zidane jugó 227 partidos oficiales con la camiseta del Real Madrid y marcó 49 goles. Ganó 1 Champions League, 1 Copa Intercontinental, 1 Supercopa de Europa, 1 Liga y 2 Supercopas de España como madridista.

Texto: @Rancoma_

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